
Por: Andrés Arreola // Imagen: EFE
Durante el fin de semana, fuimos testigos de una de las Rondas Divisionales más espectaculares en la historia reciente de la NFL.
Para empezar; desde que se implementaron las semanas de descanso (1978) -exceptuando el año de huelga en 1982- siempre se había instalado en el Super Bowl algún equipo con el beneficio de la semana de descanso, situación que no ocurrió en la actual temporada. Además, al igual que en 1971 y 2008, solo un equipo local salió victorioso para dejar la marca en 3-1 para los visitantes.
Por si fuera poco, Cincinatti Bengals consiguió su primer triunfo como visitante en toda la historia de playoffs, al derrotar al mejor sembrado de la Conferencia Americana: Tennessee Titans con un apretado marcador de 19-16.
Posteriormente, San Francisco dejó fuera a Aaron Rodgers y sus Green Bay Packers en casa, algo que se ha vuelto costumbre, con 10 puntos en el último cuarto para finalizar con tres puntos de ventaja final: 13-10.
Ya en domingo, siguió la histórica jornada divisional de NFL con dos impresionantes encuentros:
Primero, en un encuentro lleno de sufrimiento y en el que se anotaron más de 10 puntos por cuarto, Los Ángeles Rams dejaron fuera a Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady quien ‘olió sangre’ y a nada estuvo de conseguir la remontada. A lo Brady. 30-27 ganó la visita con 14 puntos recibidos y solo 3 anotados en el último cuarto.
Finalmente, Kansas City Chiefs hizo valer su localía y, sobre todo, el formato de tiempo extra ante Buffalo Bills. Así es; la batalla entre Josh Allen y Patrick Mahomes fue inolvidable, a tal grado que el encuentro terminó empatado a 36 puntos y prácticamente se decidió en el volado de TE para que Kansas se quedara con el juego: 36-42.
Allen, con corridas y lances impresionantes dentro de las mismas jugadas, le dio la ventaja en dos ocasiones a su equipo durante los últimos dos minutos, aunque no contaban con que 13 segundos le bastarían a Mahomes para igualar el marcador. Muchos pensarían que la responsabilidad de la eliminación caería en la defensiva, pero no fue así; no hubo entregas de balón y, como se mencionó anteriormente, el encuentro se decidió prácticamente por el equipo que comenzó la prórroga con el balón en su posesión.
Difícil superar el nivel de espectáculo deportivo visto entre estos dos enormes Quarterbacks, que prometen prolongar su rivalidad y sus éxitos deportivos por el bien de todos los que disfrutan de este sorprendente deporte.
Ahora, toca disfrutar los Juegos de Campeonato sin Brady ni Rodgers, por primera vez en más de una década.
