En un domingo donde la atención estuvo puesta en el Gran Premio de la Ciudad de México, al mismo tiempo en la NFL estaban muriendo varios survivors y seguro que alguien se habrá hecho millonario con las sorpresas que se suscitaron durante la semana 9, en una de esas donde los conjuntos malos se ponen de acuerdo para ilusionar a sus fanáticos, para que 7 días después, los vuelvan a hundir en su miseria. Y por si fuera poco, el Monday Night nos regaló una de esas polémicas arbitrales de las que se hablará durante toda la semana, y quizá hasta más.
¿Alguien anotó las placas en Indianapolis?
Mike White tomó por sorpresa a los Bengals y a la liga con su actuación histórica de la semana pasada. Cuatro días después, una lesión en la mano lo retiró temprano del partido en Indianapolis y los Colts simplemente tuvieron que correr y correr el balón para humillar 45-30 a unos Jets que poco les duró el dulce sabor de la victoria.
Jonathan Taylor pinta para liderar la liga en yardas y no parece existir una fórmula que lo detenga. Carson Wentz jugó uno de sus mejores partidos de la temporada y Michael Pittman Jr. sigue consolidándose como el mejor receptor del equipo.
Extrañamente, parece que en los Jets tienen dos quarterbacks mejores que Zach Wilson, ya que Josh Johnson no lo hizo nada mal, aunque una intercepción en los últimos minutos terminó con las posibilidades de una remontada que hubiera sido titánica.
La semana donde muchas quinielas murieron desde el mediodía
Si eres fanático de la F1 y vives en México, probablemente estabas viendo a Checo Pérez luchando por el podio cuando los Bills le anotaron únicamente 6 puntos a la defensiva número 24 de la liga, con Josh Allen como protagonista y no, no me refiero al quarterback que podría estar en la conversación por el MVP de la campaña.
Su tocayo Josh Allen, defensivo de Jacksonville, se dio un festín para ayudar a que los Jaguars obtuvieran su segunda victoria de la campaña, ganando agónicamente 6-9 y haciendo tropezar a uno de los favoritos para el Super Bowl.
Pero las sorpresas apenas empezaban; los Saints se crecieron contra Tampa Bay hace una semana, y ahora les tocó perder EN CASA contra Atlanta. Sí, esos Falcons que llegaron sin Calvin Ridley y que parece que jugar de visita se les da mejor, ya que con récord de 3-1 a domicilio, ya están en la última posición que da un boleto a playoffs.
Los Raiders se unieron a la fiesta y fueron víctimas del juego terrestre de los Giants, que sorprendió a un equipo que estaba sacudido por la polémica de Henry Ruggs III. De poder poner un poco de distancia en la división a estar todos igualados con 5 victorias, la AFC Oeste pinta como una auténtica carnicería.
Siguiendo en la misma división, los Cowboys no se quisieron quedar atrás y en su casa y con su gente, los Broncos fueron a darles cátedra defensiva aún con la reciente salida de Von Miller. Bridgewater, Williams y Patrick brillaron para Denver y dieron una auténtica campanada ante uno de los favoritos de la NFC.
Ya en duelos que se antojaban más parejos, los Bengals también desaparecieron como locales ante sus rivales divisionales, los Cleveland Browns. Nunca pudieron detener a Nick Chubb y Joe Burrow lanzó dos intercepciones que fueron letales en la derrota 16-41.
Un partido de malos terminó decidiéndose 17-9 para unos Dolphins que otra vez no contaron con Tua Tagovailoa, y que incluso hasta ganando pierden, ya que ahora los Texans tendrán una mejor selección colegial.
Los Vikings desperdiciaron una ventaja ante Baltimore y Lamar Jackson, que tuvo mejores números por aire y por tierra que Kirk Cousins y Dalvin Cook. No fue fácil, pues el partido se decidió en tiempo extra con un gol de campo de Justin Tucker (cuándo no), pero los Ravens parecen destinados a hacer ruido en la segunda mitad de la campaña.
Y terminando con los partidos del mediodía, los Patriots fueron los únicos que dominaron su partido 24-6, limitando a Panthers a 6 puntos a pesar de haber contado con Christian McCaffrey aunque con Sam Darnold lanzando tres intercepciones, el enemigo estaba en casa.
En resumen, parece que la fórmula ganadora de la semana era perder a un jugador más o menos importante por la razón que fuera.
Vacunen a Aaron Rodgers, por favor
El tema que se robó los titulares y fue motivo de conversación en todos lados fue la sorpresiva noticia del contagio de COVID-19 de Aaron Rodgers. Pero lo que no sabíamos era que el quarterback de los Packers no estaba vacunado, y se presume que técnicamente no mintió, pero tampoco dijo la verdad.
Sí, un poco confuso, pero más confundido estuvo Jordan Love en los controles de Green Bay, que ante una de las peores defensas de la liga, únicamente pudo anotar 7 puntos en la derrota ante los Chiefs 7-13. A pesar de la sufrida victoria, en Kansas no se pueden poner a echar cohetes, ya que probablemente con Rodgers al mando, hubieran sufrido la quinta derrota de la campaña.
En un partido más cerrado de lo que se esperaba, los Chargers tuvieron que confiar en la pierna de su pateador para vencer a domicilio a Philadelphia 27-24 en la última serie del partido, con un Justin Herbert que se repuso de la desastrosa actuación de la semana pasada.
Y si se pensaba que luego del triunfo en Chicago los 49ers podrían recomponer la temporada, el juego contra Arizona destruyó por completo esa idea. Un juego terrible de San Francisco ante unos Cardinals que no contaban con Kyler Murray ni DeAndre Hopkins los hizo caer 31-17 en el Levi’s Stadium (qué novedad), con todo y que regresó George Kittle.
¿Son los Titans los favoritos de la AFC?
Sin Derrick Henry y visitando a los Rams, Tennessee llegó al Sunday Night como la víctima de un ataque que no tenía piedad de sus rivales. Pues por supuesto que al finalizar el partido todo mundo esperaba la victoria 28-16 de los Titans con un trabajo defensivo muy sólido, interceptando dos veces a Stafford y consiguiendo la victoria que los deja momentáneamente en el #1 de la AFC.
El Monday Night se lo llevaron… ¿las cebras?
Steelers y Bears cerraron la semana con un MNF que al principio lucía como una victoria cómoda para Pittsburgh, pero que mejoró sustancialmente para la segunda mitad, al grado de que Chicago tuvo la ventaja con pocos minutos restantes en el último cuarto.
Al final, fueron los Steelers los que se llevaron el triunfo 29-27. Sin embargo, los reflectores se los llevó Tony Corrente, arbitro principal que para muchos acuchilló a unos pobres Bears que cada vez parece hacerse más evidente que tomaron la decisión correcta con Justin Fields.
Por: Saúl Rodríguez / @Saul_RodG
