
Por: Andrés Arreola // Fotografía: @miseleccionmx
Con autoridad, la Selección Mexicana de Futbol Varonil en la categoría olímpica nos volvió a meter en la historia de los medallistas, en este caso, venciendo al anfitrión para colgarse la medalla de bronce en Tokio 2020.
El ‘tri’, en el que tantos ponemos la mirada cuando sale al terreno de juego, logró la cuarta medalla para la delegación olímpica mexicana al golear 3-1 a Japón, en el partido por el tercer lugar de sus juegos olímpicos. De esta manera, se tomó una curiosa y añeja revancha: cuando en los olímpicos de México 68 Japón derrotó a los nuestros, logrando el tercer lugar en nuestro país.
Ahora, el camino fue difícil; largo. Tal vez no se consiguió repetir el fantástico oro de Londres 2012, pero quedar a un partido de lograrlo es, de por sí, una hazaña. Aún más conociendo el contexto extradeportivo. Volviendo a la cancha, lo que separó al tricolor del oro o la plata fue la derrota ante Brasil en semifinales. Pero no cualquier derrota, sino una en penales tras 120 minutos de competir y ser respetado por una potencia mundial, aguantando un 0-0.
Anteriormente en Cuartos de Final, los dirigidos por Lozano no tuvieron problemas y pasaron por encima de Corea del Sur, sobre todo de manera ofensiva, al quedar 6-3 previo a las semifinales. De manera categórica, el entendimiento colectivo dejó sorprendidos a todos y casi seguros de una medalla. La ilusión se remontaba a lo sucedido 9 años atrás.
En fase de grupos, el representativo nacional culminó segundo del Grupo A con 6 puntos al tener un solo tropiezo por 2 goles a 1, ante Japón. El resto fueron victorias ante Francia y Sudáfrica.
Finalmente, el balance general de Jaime Lozano con el que se despide de la Selección Sub-24 (además de la medalla olímpica) se resume en un tercer lugar en el Torneo Esperanzas de Toulon, en 2019. Posteriormente, en Panamericanos 2019 repitió el tercer puesto. Ya en 2020, se quedó con el primer lugar del Preolímpico de CONCACAF para cerrar con broche de oro -o bronce, en este caso- en Tokio 2020. Fueron 40 partidos dirigidos, 22 ganados y 5 perdidos, con 77 goles a favor y 40 en contra; sumando un 65% de efectividad.
