Cuando se anunció en el sorteo de Europa League el enfrentamiento entre Manchester United y Granada, como suele suceder en esta clase de duelos, el corazón se fue del lado del más débil. Así como mencionó el popular personaje de «El Profesor» de la serie de Netflix «La casa de papel», siempre, por naturaleza humana, se orilla uno por el más vulnerable y el que pinta como víctima.

Sin embargo, el apoyo del mundo y de su afición no fue suficiente para seguir soñando, o bueno, para eso sí, pero para seguir avanzando, claro que no.

El Granada ha logrado consolidar una plantilla, entre «desechos» de equipos de media tabla y de grandes y jugadores cedidos, que puede llegar a competir, pero hasta cierto punto y contra ciertos equipos. Has jugado toda tu existencia contra el Madrid, contra el Barcelona, por supuesto que tienes tiempo, evidencia y motivación extra para lograr plantear algo con lo cual plantarles cara. Contra un equipo de una liga distinta, es donde el «callo» sale a relucir, algo que, se forja en situaciones como estas.

Con anotación de vestidor de Edinson Cavani y un autogolazo de Jesús Vallejo, le bastó al United para sentenciar el cruce.

La despedida del cuadro nazarí se da con aplausos, si pudiera haberlos, y con mucho honor para todos los integrantes de este equipo. Se luchó, con sus recursos, y aunque el marcador indica una goleada, poco se le puede recriminar a este equipo. Esperemos que no suceda lo mismo que con el Getafe de Bordalás.

Histórico Granada.