
Por: Axel Petlacalco
La segunda etapa como mandamás choricero de Hernán Cristante parece ir de viento en popa. Aun estando lejos de ofrecer un juego espectacular, pero si con la eficiencia necesaria. Los Diablos obtuvieron su segundo triunfo en el infierno al derrotar por pizarra de 2-0 al Necaxa.
En la primera mitad pudimos disfrutar un juego agradable, con mucho ritmo, llegadas a ambos arcos, intervenciones de los guardametas y gestos individuales.
Al minuto 12 llegaba la primera «pincelada» del encuentro. Rubens colocó uno de esos centros «quirúrgicos» que lo han caracterizado y dentro del área apareció Alexis Canelo para cachetear el esférico. El balón ya hacía la parábola para ingresar a la portería necaxista pero un gran lance de Luis Malagón mandó a tiro de esquina.
Tres minutos más adelante, Miguel Barbieri perdió la pelota en zona comprometida, Alejandro Zendejas se escapó hasta al área pero a la hora de definir envío su remate a la tribuna.
Para el 21′ Michael Estrada se combinó con Rubens Sambueza quien impactó de pierna zurda, sin embargo, nuevamente Malagón rechazó en el fondo.
Instantes después, Alexis Canelo llegó tarde a la cita y no pudo empujar una diagonal de Estrada. No obstante, el silbante detectó con ayuda del VAR una entrada tardía de Idekel Domínguez sobre el propio atacante escarlata y terminó por otorgarle un penalti a los mexiquenses. Michael Estrada hizo un gran cobro pegado al poste para colocar en ventaja a los suyos.
El resto de la primera mitad continuó con mucha intensidad y tiros lejanos que buscaban los arcos de García y Malagón. No obstante, el marcador se mantuvo sin alteraciones.
Para la parte complementaria, las revoluciones bajaron. Toluca fue más peligroso pero en varias ocasiones se topó con la figura de Luis Malagón.
A Necaxa se le acabó el gas y con la expulsión de Ian Gonzáles faltando 20 minutos, terminó por rendirse ante unos Diablos que liquidaron el encuentro en el tiempo añadido con gran remate de Joao Plata. Con esto, los Escarlatas ya suman 7 de sus primeros 9.
