Cortesía: Diario AS.com

Marc André Ter Stegen volvió a vestirse de héroe en Córdoba. Con otra soberbia actuación permitió al Barcelona superar una complicadísima semifinal ante la Real Sociedad. Frankie De Jong adelantó a los blaugranas, Mikel Oyarzabal lo empató y tras 120 minutos la paridad se mantuvo. En la serie de penales, fue el conjunto de Ronal Koeman los que terminaron por imponerse.

De inicio fue el conjunto vasco quien se mostró más peligroso de cara al arco rival. Un remate cruzado de Portu y un envenenado pase filtrado que buscaba a Isak y obligó a Ter Stegen a hacer su primera intervención del juego con un gran achique fueron los primeros avisos        Txuri-urdines.

Los catalanes tardaron en bajarle las revoluciones al rival y para ello apelaron a posesiones largas que poco a poco fueron surtiendo efecto. Al 22´llegó un tibio remate de Lengelt que no trascendió. Llegada la media hora, los culés armaron una jugada con muchos toques y esta culminó con un centro potente de Mingueza que no pudo rematar plenamente Braithwaite.

Con esa fórmula, pero ahora en el carril de la izquierda, Griezmann encontró a Frankie De Jong, quien se contorsionó para cabecear el envió y dentro del área chica consiguió abrir el marcador al minuto 39.

Para el complemento, la Real redobló esfuerzos y consiguió el empate. Un penal asistido por el VAR permitió a Mikel Oyarzabal igualar las acciones apenas a los 6 minutos de la segunda parte.

Los catalanes buscaron recuperar la ventaja con aproximaciones de Griezmann, Pedri y Dembelé. Este último se quedó muy cerca de alcanzar el objetivo con una gran jugada individual en la que fue recortando hacia adentro y sacó un remate raso de pierna zurda que paso acariciando la base del poste.

Poco a poco el cansancio fue haciendo estragos en los jugadores y el juego se fue a la prórroga. Ya en los tiempos extra surgió la gran figura del partido… y del Barcelona en los últimos años. Marc André Ter Stegen comenzó los tiempos extra haciendo una sensacional atajada a un disparo fortísimo de Joseba Zaldúa. Barcelona también pudo tomar ventaja instantes después, pero Dembelé falló en la definición cuando ya los culés le habían robado una pelota en el campo contrario.

En el ocaso del juego, nuevamente se hizo presente la figura del guardameta alemán. Primero para rozar un tiro cruzado de Igor Zubeldia y después para negarle la anotación a Adnan Januzaj. Con esto mantuvo a su equipo en la pelea y forzó a definir la eliminatoria desde la serie de penales.

Ahí, nuevamente los Txuri-urdines se toparon con la enorme muralla alemana que tapó dos de los cinco cobros para así permitirle a Riqui Puig colocar la estocada final que catapultó a los catalanes a las puertas de un título más, el que pudiera significar, el primero en la Era Koeman.