En la opinión de: Daniel Gallegos

Mucho se ha especulado sobre el futuro del piloto mexicano Sergio Pérez desde que Lawrence Stroll decidió darle las gracias y poner en su asiento a Sebastian Vettel para el proyecto de Aston Martin que arrancará en 2021. Con solamente nueve equipos restantes en la parrilla, de los cuales estaban descartados más de la mitad, ya sea porque tenían una alineación confirmada o porque el rumbo de sus proyectos no daban cabida a la llegada de Checo, por tanto el panorama se redujo a tres.

Las opciones que veía como más probables eran Haas y Alfa Romeo. Empecemos con la escudería estadounidense, con un par de pilotos cuya continuidad había sido puesta en tela de juicio desde hace ya un par de años y que de manera increíble aún seguían pilotando allí pese a que no habían mostrado estar siempre a la altura. Eventualmente se daría a conocer la noticia de que Guenther Steiner, director del equipo y también conocido por su papel frente a las cámaras de Netflix en el documental Drive to survive, dejó fuera de sus planes a futuro tanto a Grosjean como a Magnussen, lo que abría la puerta a Pérez. Además, no sería la primera ocasión que Haas y Steiner lidiarían con un piloto de nuestro país, con la experiencia de 2016 con Esteban Gutierréz, quien no logró sumar un solo punto en la campaña.

La segunda opción era volver a la cuna que lo vio nacer en la categoría, Alfa Romeo, antes conocida como Sauber, en la cual Checo condujo en sus dos primeros años, cosechando tres podios y 80 puntos, que lo catapultaron (y a la vez condenaron) a un McLaren en plena debacle, pero eso es tema aparte, volviendo a la actualidad, en Alfa imperaba la incertidumbre, con un Kimi Räikkönen con 41 años, al borde del retiro y con un rendimiento deleznable de Antonio Giovinazzi cabía la posibilidad de tener no una, sino dos vacantes. No obstante, los suizos se descartaron como opción cuando le renovaron el contrato al italiano, además, Kimi decidió correr un año más, noticia que un servidor al igual que una gran mayoría de aficionados a la Formula 1, vemos como un regalo por el fantástico personaje que es este campeón del mundo pese al inexorable paso del padre tiempo.

Es cierto que Checo fue claro desde un principio, él quiere permanecer en la categoría con un equipo competitivo y para ser honesto ninguno de los anteriores lo es. Justo cuando la esperanza perecía, rumores emanaban del paddock y fueron confirmados por Noemí de Miguel, colega española de la cadena Movistar, Red Bull contactó al mexicano para preguntar por su futuro. Para Sergio, la escudería de Milton Keynes, cuatro veces campeona del mundo, es esa oportunidad de por fin tener un automóvil que explote su potencial con resultados, podios y hasta victorias, como si una de las chicas más bonitas de la fiesta te invitara a bailar y se fijara en ti, que has pasado la tertulia sin reflectores ni glamour.

La temporada de Alex Albon no ha sido lo que los Bulls han esperado de él, luego de una segunda mitad de campaña bastante productiva en 2019, el tailandés ha demostrado precariedad con ese monoplaza y tanto Christian Horner como Helmut Marko han quedado decepcionados de sus resultados. Cierto es que el manejo de asuntos internos en Red Bull es muy impredecible, basta recordar el episodio que protagonizaron en 2019 con Pierre Gasly, al que no le aguantaron ni media temporada de resultados mediocres y lo devolvieron al equipo “B”. La escudería de la bebida energética no ha podido encontrar ese segundo piloto que los lleve a competir más de cerca por el mundial de constructores, Ricciardo en su momento lo fue, pero el inminente conflicto con la joya juvenil de la F1, Max Verstappen, fue clave para que el australiano se fuera a Renault. La misma o peor suerte ha tenido pilotos como Kvyat, Sainz y Hartley, por lo que no es descabellado pensar en que Albon sea relegado a Alpha Tauri a favor de Checo.

Personajes dentro de la esfera de la Formula 1 como Jolyon Palmer han señalado que el equipo austriaco debe firmar a Sergio Pérez, incluso el mismo director de la categoría, Ross Brawn, señaló en su columna que Racing Point debe estar cuestionándose el haber elegido a Vettel sobre Pérez y que sería una verdadera tragedia si el nuevo ganador no permanece en la máxima categoría para 2021.

La postura de Marko es que decidirán después del Gran Premio de Abu Dhabi, es decir, este próximo fin de semana y aunque junto a Horner ha hecho público que su principal deseo es mantener a Albon, la victoria histórica del mexicano en Sakhir, donde se mostró estoico tras su incidente en la primera vuelta, puede ser un aliciente en sus aspiraciones por conducir a lado de Verstappen en 2021. A mi parecer, si todo este galimatías por el futuro de Pérez no concluye con el jaliscinense firmando con Red Bull, para conducir el actual segundo mejor coche de la parrilla, será una absurda injusticia que nada tendrá que ver con estadísticas y asuntos puramente deportivos.