Imagen/ vía El Universal
Por Enrique Cano
Unos la catalogan como un verdadero fracaso. Otros continúan respaldando su funcionamiento con el famoso slogan: “Si Hay de Otra”. Ante los ojos de una cultura mexicana que encarna el simbolísmo del balompié azteca, llegaría la alusión de un nuevo circuito que pondría sobre la mesa la construcción de estrategias para cambiar la mentalidad del fútbol en nuestro país; sin embargo, con los más recientes aconteceres dentro del organismo, el discurso ha fortalecido lo que ya todos conocen como: “sigue siendo la misma”.
Podrán argumentar que el año no ha sido el adecuado para sustentar el actual manejo de la Liga de Balompié Mexicano (LBM), pero lo que bien es cierto es que se han terminado “ahogando” en sus propias corrientes; no lo digo, los hechos hablan por sí solos.
LA SOBREVIVENCIA NO ES PARA TODOS
Desde el anuncio oficial de la fundación de la LBM el 29 de enero del presente año, “llovían” las promesas de establecerse una liga diferente donde la organización desde cualquier punto sería fundamental, siendo lo económico el principal centro de atención, lo cual el desastre es cada vez más notorio, y todo apunta a que los bloques que “sostienen” a este proyecto, se están convirtiendo en «escombros».

La solvencia económica que tienen tanto algunas de las franquicias como la liga en general, es notoriamente deficiente. Los casos de falta de pagos a jugadores, entrenadores y directivos han incrementado, y es que con la baja de Carlos “Gullit” Peña, Jorge “Chatón” Enríquez y Gustavo Matosas de Club Veracruzano de Fútbol Tiburón, durante la semana se unió a la lista Leonín Pineda, ex-portero de América y Xolos de Tijuana, que por cuatro largos meses, no recibió ninguna quincena de su sueldo por parte de Atlético Jalisco; por lo que los tapatíos tuvieron que ser desafiliados de la LBM ante las innumerables protestas de su plantel.
No obstante, Atlético Jalisco no ha sido el único conjunto que le ha dicho adiós al organismo antes de lo esperado. La liga se sigue quebrando a pedazos donde ya solo cuenta con 15 instituciones (a la espera del cambio de sede de Lobos Zacatepec) dentro de la campaña 2020-2021, pues Faisanes FC y Atlético Ensenada fueron los primeros en partir, dejando claro que no hay capital suficiente que pueda hacer crecer al circuito y emparejarse con al menos a la “Liga de Desarrollo”, pero creo que ya ni para eso les alcanza.
De acuerdo con información de ESPN Digital, la LBM ya se plantea una reestructuración completa para los equipos que aún “sobreviven”, puedan contar con los recursos económicos suficientes que les permita cubrir cada uno de los aspectos primordiales, esto con el objetivo de concluir tranquilamente la presente campaña; empero, la verdadera pregunta sería: ¿llegarán todos hasta febrero?, lo dudo mucho, ya que de igual manera, la liga le ha confirmado al portal deportivo que solo 3 de los 15 clubes no presentan anomalías en cuanto a la distribución monetaria: Chapulineros de Oaxaca, Industriales de Naucalpan y Atlético Jalisco; mientras que Acaxees de Durango, Acapulco FC, Real San José FC y Club Veracruzano de Fútbol Tiburón, serán investigados en los próximos días para determinar si se desafilian o no de la liga.

ALTERNATIVAS, HAY MUCHAS. INTERÉSES, TAMBIÉN
Aunado a ello, no solamente son los combinados los que han “zarpado” del “barco” ante semejante desequilibrio. La televisora WCN decidió dar un paso al costado y dejará de transmitir los encuentros del circuito azteca, siendo esta la única televisora que había confiado en el proyecto; hoy se han quedado con las “manos vacías”.

Por supuesto que esto abre la brecha para los medios locales y/o plataformas digitales de forjar lazos con el organismo; sin embargo, los intereses no resultan equitativos, a pesar de que estos tengan el anhelo de llevarles cada partido a sus audiencias, es inminente que exista una barrera de por medio, dado que para la liga no será conveniente en cuanto al capital, recordando que en el mundo del deporte, desafortunadamente, el negocio es la principal fuente de ingresos, y por ende, el riesgo de apostar por estos medios es nulo.
BUSCANDO AL VERDADERO DIRIGENTE
La falta de seriedad por parte de la directiva ha propiciado un anclaje negativo de toda una cultura. Primeramente, la “desaparición” de Carlos Salcido, presidente de la LBM, en la toma de decisiones claves para el progreso de la liga ha dejado entrever y puesto en duda si realmente el ex-jugador tiene alguna influencia como directivo o es meramente “acto de presencia”, debido a las constantes interferencias de Victor Montiel, vicepresidente de la Asociación Nacional de Balompié Mexicano (ANBM), en los comunicados del organismo.
Por otro lado, un nuevo “foco rojo” ha salido a la luz. La tarde de este jueves, los socios de la ANBM emitieron un comunicado en contra del accionar de quienes presiden en dicha asociación al fundar otra asociación de nombre “Montiel y Asociados Balompié Mexicano”, la cual, de acuerdo a lo establecido en el comunicado, ha intentado fungir la labor de asociación principal de la liga, ya que este solo es un proyecto secundario; y regresamos a lo mismo: “¿cuántas más?”.

Jamás he estado en contra de que se sueñe en grande por más que las adversidades o las apuestas estén en contra; en cambio, como se mencionó con anterioridad, los hechos hablan por sí solos, si realmente se quiere soñar en grande, hay que trabajar en grande, pero con seriedad, determinación, organización, respeto y honestidad, y eso es lo que ha dejado de hacer la liga que ahora “ya no encuentra de otra” para reparar este derrumbe.
