El Gigante de Bavaria lo volvió a hacer. Con su estilo contundente y aplanador que los ha caracterizado en las últimas temporadas terminó por doblegar al Bayer Leverkusen en la final de la DFB Pokal por marcador de cuatro goles a dos y con ello conquistó su vigésimo título copero.
Desde el comienzo del encuentro, los bávaros presionaron a las aspirinas y fueron en busca del marco rival. El marcador se abrió pronto. Al minuto 16, David Alaba se inventó un golazo a partir de un tiro libre. La ejecución fue excelsa, y a pesar de que había muy poco espacio para que el balón superara la barrea y cayera a tiempo, el lateral alemán lo consiguió para poner adelante a los suyos.
Al minuto 21, el guardameta Lukas Hradecky evitaba el segundo tanto bávaro tras rechazar con grandes reflejos un tiro que se desvió en Thomas Müller. Irremediablemnete, el dominio de los de Hansi Flick volvería a reflejarse en el marcador. En un balón recuperado en medio campo, Joshua Kimmich terminó por colocar un gran pase filtrado a Serge Gnabry quien cruzó su remate lejos del lance del cancerbero y aumentó la ventaja.
El Bayern dosificó energías y retrasó un poco sus líneas. Ya para la parte complementaria, las aspirinas intentaron meterse al partido y tuvieron una oportunidad inmejorable al minuto 56. En un contragolpe, tomaron desprevenida a una relajada zaga roja y Kevin Volland quedó solo para empujar la diagonal desde costado derecho. Sin embargo, el volante alemán abanicó y se perdió el que pudo ser el gol del descuento.
Minutos más tarde, Manuel Neuer mandó un largo despeje que se convirtió en asistencia para Robert Lewandowsky, el artillero polaco, que hasta ese entonces había tenido una actuación discreta hizo una gran recepción y desde fuera del área disparo a puerta. El balón iba a la ubicación del arquero Lukas Hradecky, pero este cometió una pifia y el esférico terminó por escurrírsele entre las manos.
Cuando todo tenía tintes de goleada y que la media hora que restaba sería mero trámite para los bávaros apareció Sven Bender para acercar a las aspirinas con un certero cabezazo al minuto 63.
Peter Bosz motivó a los suyos a lanzarse al ataque y de no ser por la falta de contundencia, el juego se hubiese apretado más. Desafortunadamente para el Leverkusen el tino no los acompañó y las ganas no le bastaron para presentarle mayor batalla al todopoderoso Bayern.
En la recta final del juego, el delantero Lewandosky firmó su doblete y su gol número 10 en finales de esta competición. La jugada la hizo Ivan Perisic quien asistió al polaco con una diagonal para que éste solo punteara ante la salida del portero.
Un premio a la insistencia de las aspirinas llegó en la última jugada del partido. El silbante, con ayuda del VAR observó una mano dentro del área y terminó por señalar la pena máxima. Kai Havertz hizo un cobro excelso al ángulo superior de Manuel Neuer y con esto puso cifras definitivas.
El Gigante alemán cumplió su segunda encomienda de la campaña y ahora, tendrá un mes para descansar y volverse a poner a tono para lo que será la fase final de la UEFA Champions League, título que se les niega desde 2013.

