“Es increíble, pero al parecer no se me da” fueron las declaraciones de un desconsolado Leo Messi que volvió a dejar escapar la oportunidad de consagrarse con la albiceleste y quedó a la orilla una vez más, viendo como “La roja” se alzaba con su segundo título consecutivo.

En la gran final de la Copa América Centenario, Argentina enfrentaba a Chile en una oportunidad inmejorable para cobrar revancha de la edición pasada en la que los chilenos se proclamaron campeones ante su gente. Sin embargo, la historia se repitió y tras 120 minutos y una dramática serie de penales, el cuadro comandado por Juan Antonio Pizzi refrendó su hegemonía continental.

Temprano en el encuentro, Ever Banega probaba suerte desde fuera del área pero su remate pasaba desviado.  Argentina se apoderó rápido de las acciones y al minuto 21 se presentaba una de las oportunidades más claras de la noche. Gonzálo Higuáin le robaba la bola a Gary Medel y se enfilaba sólo frente al arco chileno, el gol ya se cantaba en las gargantas argentinas, pero el “Pipita” volvió a fallar a la hora buena y sucumbió ante el achique de Claudio Bravo.

La cuesta se ponía más cuesta arriba para los chilenos a la media hora de juego cuando Marcelo Díaz veía su segunda tarjeta amarilla por cortar un nuevo avance albiceleste.  No obstante, Marcos Rojo realizaba una entrada artera en medio campo sobre Arturo Vidal y dejaba el encuentro diez contra diez antes de que acabara el primer tiempo.

A partir de ahí, ambos estrategas fueron más precavidos y no fue hasta el minuto 72 que volvimos a ver una llegada a gol. Fue por medio de Eduardo Vargas quien sacó un remate cruzado, pero bien recostó Sergio Romero para rechazar el disparo.

Al 84” Argentina respondía con Sergio Agüero que quedaba de frente al arco pero a la altura del área grande mandaba su tiro a las tribunas. En la recta final, el partido se pudo declinar para cualquiera, pero ningún equipo pudo concretar el gol que les diera el título y con ello se forzó a jugar los tiempos extra.

Ya en la prórroga, los arqueros fueron fundamentales para mantener el juego empatado y enviar el juego a la instancia de los penales. Desde los once pasos, Chile falló su primer disparo cuando Sergio Romero le atajó el cobro a Arturo Vidal. Sin embargo, Messi voló su disparo y no pudo dar ventaja a los suyos. En el cuarto cobro, Claudio Bravo se tendía a su costado derecho para tapar el tiro de Lucas Biglia, dejando la mesa servida a Francisco Silva quien no perdonó y selló el bicampeonato de los andinos.