
Por: Daniel Gallegos
Después de 22 grandes premios, la sequía llegó a su fin para Sebastian Vettel, que se sube a lo más alto del podio en Marina Bay de Singapur, uno de los circuitos más difíciles de la máxima categoría del automovilismo y que ha ganado, con ésta, en cinco ocasiones. Su compañero Charles Leclerc se llevó el segundo puesto, en el que fue el primer 1-2 para Ferrari desde el Gran Premio de Hungría en 2017. Max Verstappen completó el podio.
Contra todos los pronósticos, los tifosi fueron dominantes en las calles de Singapur, un circuito en el que no suele ser una fortaleza de la escudería italiana debido a sus numerosas y cerradas curvas, sin embargo, la pole de Leclerc les auguraba un buen resultado. El monegasco se mantuvo en la punta desde la largada, pero fue hasta la ventana de parada en boxes que comenzó el duelo estratégico entre los tres equipos más fuertes. Vettel cambió sus neumáticos blandos por los duros unas vueltas antes de que lo hiciera su compañero de equipo, a quien finalmente pudo hacerle en undercut y se mantuvo de líder hasta el final de la carrera.
La presencia del coche de seguridad en tres ocasiones fue determinante para las aspiraciones de Lewis Hamilton para por lo menos subirse al podio, pues recortó el margen de maniobra que tenía con sus neumáticos menos desgastados y protagonizó con Verstappen uno de los momentos más emocionantes de la carrera en las últimas vueltas; al final el británico culminó en la cuarta posición, colocándose más cerca del tricampeonato.
Las actividades en la Formula 1 se reanudarán el próximo fin de semana con el Gran Premio de Rusia, que será la décimo sexta carrera del calendario. Veremos si Ferrari continúa con la inercia ganadora o si algún otro equipo le corta la racha.
