Por Humberto Coria
Cuando realicé la primera de mis columnas, poco hablé de los entrenadores que llegaban. Mencioné a Maurizio Sarri, obligadamente, porque es el que llega al banquillo del ocho veces campeón de la Serie A. Mencioné a Antonio Conte, pero creo que sólo hice mención de su llegada. Me equivoqué al no hablar más. Antonio Conte es de los mejores entrenadores del mundo, hoy me quedó claro, es un entrenador que transmite una intensidad increíble y de la que sus jugadores se contagian y demuestran por lapsos en el juego, manejando los minutos en las que lo hacen de manera muy inteligente.
Los proyectos de estos dos equipos están en momentos muy diferentes. El Milán, aunque no se encuentra en el peor escenario de todos, no está en un momento bueno. La idea de Marco Giampaolo no se ha logrado implantar en el equipo y una muestra de ello es el cambio de táctica cada partido de los cuatro que han jugado esta temporada. La mejor noticia para el Milán de hoy fue el debut de Theo Hernández, una locomotora por el costado izquierdo que definitivamente debe ser titular, sobretodo considerando el pésimo momento que atraviesa Ricardo Rodríguez.
Por el lado del Inter, las incorporaciones parece que llevan años en el equipo y hoy volvieron a demostrar su calidad, tanto en las anotaciones como en la defensa y desarrollo de su juego. La primera anotación fue obra de Marzelo Brozovic, que contó con la fortuna del desvío de Rafael Leao y una interpretación polémica de la jugada por parte del equipo del VAR y el árbitro central. La segunda diana vino media hora después, en una desatención del lateral diestro Andrea Conti, Nicoló Barellá mandó un centro al medio del área chica para que el belga Romelu Lukaku, el fichaje por el que tanto insistió Conte, y que ahora vemos porqué, definiera y liquidara el partido.
Antonio Conte saca lo mejor de muchos jugadores que a simple vista parecen uno más en la liga italiana. Los ejemplos en este nuevo equipo serían más de 5. El proyecto del Inter se encamina a luchar por el Scudetto, a pesar de las dificultades que atravesó y que seguramente atravesará, pero la primera prueba de fuego, la ha superado con creces el cuadro nerazzurro.

